EL ALMA DE LAS PIEDRAS
El eco del susurro corre entre sombras y hasta el alma de las piedras se estremece. De todas y cada una de las piedras de los patios, que estos días están exultantes. Rosas, claveles, celindas arden a borbotones en su plenitud. La voz desnuda de cada verso se mezcla con la esencia del enigma perfecto que es el patio. Esta y otras sensaciones he experimentado en una ruta literaria al escuchar recitar a Verónica Aranda los poemas de Antonio Ramos Rosa, de su libro "Claros", del que ella es prologuista y traductora.
Reconocido poeta portugués del que yo había leído algo, pero al leer este libro he comprendido su dimensión como persona y escritor. Todo el libro destila sensibilidad y sensualidad, en estos poemas abundan las metáforas y los interrogativos. La columna vertebral son los cuatro elementos, con estos poemas el autor intenta retroceder hacia un tiempo pasado y añorado. El filósofo e intelectual portugués Eduardo Lourenço hace esta rotunda afirmación: "Donde acaba Pessoa, comienza Ramos Rosa", y lo dice con conocimiento de causa, ya que también ha hecho trabajos sobre Pessoa. Recomiendo este libro y felicito a la Editorial Polibea y a Verónica por acercarme a este autor.
Pilar Redondo. Escritora.
Diario Córdoba
Sábado, 11 de junio
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