Hoy se cumple el centenario de la muerte de Rubén
Darío (1867-1916), el máximo representante del Modernismo literario en lengua
española. Os dejo un poema que dedicó a
una bailarina exótica y legendaria de principios del siglo XX, Tórtola
Valencia, admirada por escritores e intelectuales de la época:
La bailarina
de los pies desnudos
Iba en un paso rítmico y felino
a avances dulces, ágiles o rudos,
con algo de animal y de felino
la bailarina de los pies desnudos.
Iba en un paso rítmico y felino
a avances dulces, ágiles o rudos,
con algo de animal y de felino
la bailarina de los pies desnudos.
Su falda era la falda de las rosas,
en sus pechos había dos escudos...
Constelada de casos y de cosas...
La bailarina de los pies desnudos.
en sus pechos había dos escudos...
Constelada de casos y de cosas...
La bailarina de los pies desnudos.
Bajaban mil deleites de los senos
hacia la perla hundida del ombligo,
e iniciaban propósitos obscenos
azúcares de fresa y miel de higo.
hacia la perla hundida del ombligo,
e iniciaban propósitos obscenos
azúcares de fresa y miel de higo.
A un lado de la silla gestatoria
estaban mis bufones y mis mudos...
¡Y era toda Setene y Anactoria
la bailarina de los pies desnudos!
estaban mis bufones y mis mudos...
¡Y era toda Setene y Anactoria
la bailarina de los pies desnudos!
Rubén Darío
Carmen Tórtola Valencia
Y pinchando en este link, podéis escuchar uno de sus
poemas más emblemáticos, “Lo fatal”, recitado por la actriz Marisa Paredes:
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