Traduciendo a Clarissa Macedo en Cereté (Colombia)
Foto: Sandra Escobar
Foto: Sandra Escobar
CLARISSA MACEDO (Salvador de Bahía, Brasil, 1988)
Presagio
Os leões sentem sede.
Na sebe onde se deitam
suas jubas germinam a terra.
Nas veias do mundo
rugem apontando estrelas
cantam coisas que não passam.
Os leões devoram a carne da presa
dormem no sangue derramado.
Os dias nascem ao sol
e morrem na noite.
Os leões anunciam sede
e na sebe onde se fartam
deitaram homens e deuses
que não existem mais.
Presagio
Los leones tienen sed.
En el seto donde se tumban
sus melenas germinan la tierra.
En las venas del mundo
rugen apuntando a las estrellas
cantan cosas que no pasan.
Los leones devoran la carne de la presa
duermen sobre la sangre derramada.
Los días nacen al sol
y mueren en la noche.
Los leones anuncian sed
y en el seto donde se sacian
se tumbaron hombres y dioses
que ya no existen.
Naufrágio
A chuva interfere nas ilhas
como quem deita de luz acesa.
(Chove na ilha que troveja)
Perdidos todos os sinais,
o que resta além do espelho
é um velho mapa intranquilo
rubricado na dor – cartografia
do invisível.
Naufragio
La lluvia interfiere en las islas
como quien se acuesta con la luz encendida.
(Llueve en la isla que truena)
Perdidas todas las señales,
lo que queda más allá del espejo
es un viejo mapa inquieto
rubricado en el dolor-cartografía
de lo invisible.
Ficção
A história é uma trégua sem memória
uma rua que não se habita
é um passado que se move
uma eternidade de sete dias.
E entre concubinas, napoleões e marias
o que permanece é o ópio de cada molde.
Ficción
La historia es una tregua sin memoria
una calle no habitada
es un pasado que se mueve
una eternidad de siete días.
Y entre concubinas, napoleones y marías
lo que permanece es el opio de cada molde.
© Clarissa Macedo
Del libro Na pata do cavalo há sete abismos
© Traducciones: Verónica Aranda
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