Se me ocurre inaugurar este blog literario con unos haikus, un género sagrado y sublime dentro de la poesía breve, capaz de condensar en 17 sílabas el mundo, como si se contemplara por primera vez, sus pequeños cambios, en forma de flashes o pinceladas. En la tradición oriental, la poesía es una forma de naturaleza y la naturaleza es poesía. Ambas se funden en el instante de la observación flechada por el lenguaje.
I
Hoja de trébol:
el otoño desnuda
cuatro quimeras.
II
Una jornada
en completo silencio.
Parpan los patos.
III
Melancolía:
la manada de antílopes
desaparece.
IV
Bajo los puentes
lavanderas y escarcha;
silba el barquero.
Verónica Aranda
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