La voz más cercana: Portugal
Miércoles 15 de marzo, 19:30 horas
Con música en directo, y gracias a la exquisita selección realizada por Verónica Aranda y Marta López Vilar, expertas sobresalientes en poesía portuguesa, La voz más cercana, nos aproxima a la mejor poesía histórica y contemporánea de nuestro país vecino. Y todo ello ofrecido bajo la soberbia batuta de las actrices Aitana Sar, Clara Santafé e Inés Sánchez.
Dramaturgia, dirección e interpretación: Aitana Sar, Clara Santafé e Inés Sánchez
Traducción de los poemas: Marta López Vilar y Verónica Aranda
Voz (Fados): Verónica Aranda
Piano: Francisco Recuero
Duración aprox: 50 minutos
Los actos programados para marzo y abril destinarán sus fondos a fines benéficos, en esta ocasión a favor de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Alcalá. Bajo el lema La memoria del verso se recogerán donativos con la aportación voluntaria que cada espectador desee realizar tras una agradable velada de poesía.
Os dejo una pequeña muestra de los poemas que interpretarán las actrices:
AL
BERTO  (1948-1997)
EL
DOMADOR DE LUNAS
                        estamos apoyados en una
roulotte bebemos sangría
conversamos
mientras quemamos la noche
junto al mar
el viento fresco
nos sorprende con las manos nerviosas
alrededor de los
vasos empañados la ternura de una mirada
no es suficiente
para burlar la embriaguez de los amores imperfectos
sé que posees
aún alguna juventud en esa sonrisa
yo ya sólo me
embriago los labios ensuciados por las palabras
poco tengo que
decirte
te toco el
hombro hago promesas y tú ríes
mientras
descubrimos en el silencio cómplice del vino
que los dedos se
enredarán los unos en los otros y sobre la piel
tiembla una tela
de luminosa sal donde cae la noche 
sobreviviremos
al desgaste del amor
bebemos más 
para que haya
sólo deseos y no amor entre nosotros y
el muchacho que
tiene la manía de clavar un cuchillo rubio
en el hombro del
mar
La
vie est une gare, je vais bientôt partir,
me callé
sabiendo que me
llevarías a casa por el camino de la playa
tambaleantes
y mientras yo no
logre abrir de nuevo los ojos
no partirás
tengo esa certeza
ADÍLIA LOPES (Lisboa, 1960)
Recuerdo para Esther Greenwood
Voy
a darme un baño caliente
            medito en el baño
            el agua debe estar muy caliente
            tan caliente que debes aguantar
            con dificultad
            el pie dentro del agua
            entonces sumerges tu cuerpo
            centímetro a centímetro
            hasta que el agua te llegue hasta el
cuello
            me acuerdo de los techos
            encima de todas las bañeras
            en las que estuve
            me acuerdo de la textura de los
techos
            de las grietas
            y los colores
            y las lámparas
            también me acuerdo de las bañeras
            nunca me siento tan yo misma
            como cuando estoy dentro de un baño
caliente
            no creo en el bautismo
            ni en las aguas del Jordán
            ni en nada de eso
            pero presiento que para mí
            un baño caliente
            es como el agua sagrada
            para aquellas personas religiosas
            cuanto más
tiempo permanezco en el agua caliente
            más pura me siento
            y cuando salgo
            y me envuelvo en una toalla
            grande blanca suave
            me siento pura y fresca
            como un recién nacido
                                   (De Obra)
                            Traducciones: Verónica Aranda
SOPHIA DE MELLO BREYNER ANDRESEN
LISBOA
Digo:
“Lisboa”
Cuando atravieso –venida del
sur- el río
Y la ciudad a la que llego se
abre como si naciera de su nombre
Se abre y se levanta en su
extensión nocturna
En su largo resplandor de azul
y río
En su cuerpo amontonado de
colinas-
La veo mejor porque la digo
Todo se muestra mejor porque
digo
Todo muestra mejor su estar y
su carencia
Porque  digo
Lisboa con su nombre de ser y
de no ser
Con sus meandros de asombro
metal e insomnio
Y su secreto resplandor teatral
Su cómplice sonrisa de intriga y máscara
Mientras
el largo mar se dilata hacia Occidente
Lisboa
oscilando como una gran barca
Lisboa
cruelmente construida a lo largo de su propia ausencia
Digo
el nombre de la ciudad:
Digo
para ver.
De
Navegações (1983)
             Traducción: Marta López Vilar