domingo, 8 de octubre de 2017

Presentación de la antología "Queda la palabra yo" (Poetas colombianas actuales)


Os dejo mi prólogo a la antología:

ROMPER EL CANON

   Queda la palabra yo, es el verso de uno de los poemas más representativos de María Mercedes Carranza, “Sobran las palabras”. Su poética, donde están muy presentes lo lúdico y lo irónico, fue una de las que inauguró la poesía contemporánea en Colombia, país que se caracterizaba por una poesía solemne y metafísica, arraigada en los cánones del clasicismo y que, en las últimas décadas, ha ido dejando ese “culto, nunca exagerado pero sí exclusivo de la literatura europea” del que habla el escritor colombiano William Ospina.[1] La poesía de María Mercedes nos ayuda asimismo a comprender la posición de la mujer en el siglo XX y los rápidos cambios acaecidos a partir de los años 50, en cuanto a su integración laboral y una participación mayor en el ámbito universitario, reflejados a través de una poesía renovadora.
   El objetivo de esta antología es trazar una pequeña panorámica de poetas colombianas nacidas a partir de los años cincuenta, que culmina en la generación más joven, las nacidas a finales de los años ochenta, muchas de ellas inexplicablemente inéditas en España, por lo que vimos muy necesario reunirlas en este libro. Se trata de 17 voces, procedentes de distintas regiones de Colombia, que intentan romper cánones o sobrepasarlos, puesto que nunca fueron aceptadas dentro de un canon masculino, como anota la poeta y antóloga Guiomar Cuesta[2], y que representan, por tanto, la posmodernidad. Hay algunos rasgos en común que unen a estas poetas. Estilísticamente, encontramos un predominio absoluto del verso libre, tan característico de la poesía latinoamericana contemporánea. Además, abunda la función anafórica y una especial atención a la plasticidad.
   Temáticamente, la experimentación va desde lo urbano a la indagación en otras formas de expresar el erotismo, pasando por la naturaleza, con toda su fuerza telúrica o la casa, subtema constante en toda la poesía escrita por mujeres. En muchas autoras es esencial la reflexión sobre el lenguaje y el propio ejercicio de escribir, donde la imagen es reveladora de esencias, transciende el tiempo lineal para buscar ese desvelamiento. Tampoco falta el compromiso social en contra de la barbarie, un compromiso que se inserta dentro del contexto social y político de un país que lleva más de cincuenta años de conflicto armado, con las repercusiones que eso tiene en la sociedad civil, donde las víctimas y los desplazados se cuentan a millares. A la hora de abordar este tema, seguro que muchas de estas autoras tienen en mente el mítico poema de Emilia Ayarza, “A Cali ha llegado la muerte”[3], toda una alegoría del dolor del país.  
   Por último, esta antología es un pequeño homenaje al Encuentro Internacional de mujeres poetas de Cereté, a Lena Reza, a su resistencia y esfuerzo cada año en dar visibilidad a la poesía escrita por mujeres. Ese maravilloso rincón del Caribe colombiano a orillas del Sinú, patria chica de Raúl Gómez Jattin, marca profundamente a todas las poetas que pasamos por allí. Nos dio amplitud de horizontes y otra visión de la poesía, que, en parte, recoge este libro.


                                                                                           Verónica Aranda





[1] Ospina, William: De La Habana a la paz, Random House, Colombia, 2016
[2] Cuesta, Guiomar y Ocampo, Alfredo: Poesía colombiana del siglo XX, escrita por mujeres, Apidama, 2013
[3] Ayarza, Emilia: Voces al mundo, Lumbre, Bogotá, 1957

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