Hiroshige
DAIGU RYÔKAN (1758-1831), también llamado “el poeta de la compasión”, fue escriba, haijin, monje zen medicante. Vivía en una pequeña choza al pie de una montaña. Su obra es considerada la síntesis de poesía y conocimiento, un conocimiento del que la palabra puede valer como el silencio. En uno de sus poemas más logrados, el poeta reflexiona sobre su existencia sencilla y aislamiento:
Mi cabaña está en lo más profundo del bosque,
Cada año las malas hierbas crecen más recias.
Sin noticias de los asuntos del mundo.
A veces el canto lejano de un leñador.
El sol brilla y remiendo mi ropa.
Cuando sale la luna, leo poemas zen.
No tengo nada que deciros amigos mios,
Pero si quereis comprender
dejad de correr tras tantas cosas…
Cada año las malas hierbas crecen más recias.
Sin noticias de los asuntos del mundo.
A veces el canto lejano de un leñador.
El sol brilla y remiendo mi ropa.
Cuando sale la luna, leo poemas zen.
No tengo nada que deciros amigos mios,
Pero si quereis comprender
dejad de correr tras tantas cosas…
Transcribo dos haikus de Ryôkan que hacen referiencia al verano:
Noche de verano.
La pasé en vela
contando pulgas.
La pasé en vela
contando pulgas.
Lavo el puchero
y se mezcla mi ruido
y el de las ranas.
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