Foto: Alicia Andrés
Filipa Leal (Oporto, 1979) es una de las voces más novedosas e interesantes de la poesía portuguesa más contemporánea. La poesía de Filipa Leal es luminosa y representa un gesto de liberación individual constantemente a la deriva. Las ciudades de sus poemas están extrañamente “presas en las palabras” y emerge un sujeto que se confunde con la propia ruta que va construyendo. Una especie de geopoética de una claridad absoluta.
Douro
Não sei se prefiro o rio
ou o seu reflexo nas janelas espelhadas.
De um lado
os barcos ancorados, do outro lado:
barcos — na imediata memória das âncoras.
Deste lado, o porto, ou o cais,
contracenando com a sua própria inexistência
daquele lado.
Existirá aquele rio nos espelhos?
Poderá este subsistir sem as janelas?
Sou dourada como os peixes que te
desabitaram. E, do outro lado, sou
desabitada.
Filipa Leal
Talvez os Lírios Compreendam, Porto: Cadernos do Campo Alegre / 8, 2004
Filipa Leal (Oporto, 1979) es una de las voces más novedosas e interesantes de la poesía portuguesa más contemporánea. La poesía de Filipa Leal es luminosa y representa un gesto de liberación individual constantemente a la deriva. Las ciudades de sus poemas están extrañamente “presas en las palabras” y emerge un sujeto que se confunde con la propia ruta que va construyendo. Una especie de geopoética de una claridad absoluta.
Douro
Não sei se prefiro o rio
ou o seu reflexo nas janelas espelhadas.
De um lado
os barcos ancorados, do outro lado:
barcos — na imediata memória das âncoras.
Deste lado, o porto, ou o cais,
contracenando com a sua própria inexistência
daquele lado.
Existirá aquele rio nos espelhos?
Poderá este subsistir sem as janelas?
Sou dourada como os peixes que te
desabitaram. E, do outro lado, sou
desabitada.
Filipa Leal
Talvez os Lírios Compreendam, Porto: Cadernos do Campo Alegre / 8, 2004
DUERO
No sé si prefiero el río
o su reflejo en las ventanas pulidas.
De un lado
los barcos anclados, del otro lado:
barcos-en la inmedita memoria de las anclas.
De este el lado el puerto, o el muelle
oponiéndose a su propia inexistencia
de aquel lado.
¿Existirá aquel río en los espejos?
¿Podrá éste subsistir sin las ventanas?
Soy dorada como los peces que te
deshabitaron. Y, del otro lado, soy
deshabitada.
Traducción de Verónica Aranda
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